Es un hecho: los atacantes pueden comprar credenciales robadas en la dark web por menos de una taza de café. Las organizaciones están gestionando una explosión de identidades de alto riesgo, derechos de administrador no controlados y un número abrumador de endpoints.
Ante este panorama de amenazas complejo y de alto riesgo, el personal necesita capas adicionales de protección más allá del inicio de sesión único (SSO) y la autenticación multifactor (MFA). Necesitamos una nueva estrategia que combine la gestión del acceso con privilegios y los principios del mínimo privilegio para detener las amenazas posteriores a la autenticación, como el secuestro de sesiones, el robo de datos y la manipulación de cookies.
En este interesante artículo de Archit Lohokare, Gerente General de Workforce Solutions de CyberArk, descubra cómo un nuevo y audaz enfoque de la seguridad de la identidad puede proteger a su personal desde el primer punto de contacto hasta el último tramo del recorrido digital.